Erase una vez,dos amigas que eran inseparables.Una se llamaba María y la
otra Elena.Desde que salían del colegio hasta bien entrada la noche,pasaban
el día haciendo los deberes,jugando en el parque o viendo la televisión.
Un día,María se fue de viaje y Elena se quedó sola.Ya no tenía a nadie para
jugar,ni para ir al parque,ni nadie con quien ver la televisión.No tenía a nadíe
para entretenerse.Estaba tan triste que ya ni comía ni dormía.
Su madre no sabía que hacer,así que llamó a la madre de María para
preguntarle si tardarían mucho en volver.Paquita,que así se llamaba la madre
de María le dijo que se habían mudado de casa.
Claudia que así se llamaba la madre de Elena,se lo contó y Elena se echó a
llorar porque sabía que ya nunca mas vería a su mejor amiga.Claudia le dijo
que podían escribir a María de vez en cuando.Así Elena y María podían seguir
en contacto aunque se echaban de menos una a la otra.
A lo largo de los años,Elena se hizo mayor y un día decidió darle una
sorpresa a María llendo a su casa.Cuando llamó a la puerta,María no la
reconoció,pero cuando se enteró de que era Elena,rompió a llorar de alegria.
María y Elena se llevaron todo el día hablando de sus fantasias y recuerdos
de su infancia,de como habían estado desde su separación,etc.
Llegó el momento de la despedida,aunque antes de su marcha se
prometieron volverse a ver,al menos una vez al mes.Así no dejaron de verse
nunca mas y volvieron a ser inseparables como en su infancia.
Este cuento transmite que la verdadera amistad nunca termina.
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